martes, 7 de enero de 2014

Crónica de mi vida




Sandra sale de su casa con el pelo mojado y una tostada en la boca. En una mano la cartera, con la otra cierra la puerta. El ascensor para directo hacia el 10; tiene tiempo de terminar la tostada de dos bocados. Llega a planta baja, se revisa el escote en el espejo del pallier. Se las levanta, las acerca y se sube un poco la musculosa. Cuando sale escucha dos bocinazos. La camioneta del canal está en la puerta esperándola. Su compañero le chifla, por si no se dió cuenta de que tiene que apurarse.
- Rubia vamos a Caseros y Monteagudo, asi que abrochate porque no llegamos si no.
- Qué es?
- Un drogón se comió un poste en moto y tiene media jeta arruinada.
- Ah, pensé que era un incendio, le dice ella mientras se muerde un pellejo del pulgar.

- Despertate Rubia, llegamos
- Pará boludo, estaba soñado con Laport.
- Si, si, yo después te muestro la de Laport. Ahora bajá que tenés que entrevistar a ese boludo.

Son los primeros en llegar. Obviamente. Sandra se acerca al tumulto, empuja un poco con los codos y se abre paso. Tirado en la calle un tipo con el jean roto, cuello ortopédico y pelo largo. En la remera tiene una especie de babero de sangre y tapándole la mitad de la cara una gasa. Se ve más sangre alrededor de la mandíbula. Sandra se acerca.
- Hola pibe, soy de Crónica. Que pasó?
El tipo dobla la pierna derecha sobre la rodilla izquierda, canchero.
- Y...como en la formula 1 viste, vas al palo y de repente estás en el piso. Es que al palo todo es distinto viste, no te para nadie nena, no me para ni Schumacher...
- Pero donde te duele exactamente, sentís que tenés algo roto?
- Y...la cara me quema un poco, debo tener un poco raspada...
En eso la gasa se corre y se ve una parte del tabique.
- A ver...te acomodo un poco acá...
Le dice Sandra con pena. Enrolla un poco el cable del micrófono para no caerse arriba del flaco, lo mira a su compañero y le hace gesto de que corte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario