sábado, 18 de mayo de 2013

Ricardito, el profeta




Allá va Benjamín, con los dos bolsos, el balde con herramientas y telas varias y tres anteojos superpuestos sobre su nariz poceada. Los ojos se le ven enormes a través del cristal. No huele tan mal como podría esperarse por la grela acumulada en su campera de doble forro. Sobre la vereda dejó el colchón, con la frazada que le dieron anoche los del gobierno y un taper con asado que le convidó una vecina. El del kiosco de diario le cuida las cosas, así que se va tranquilo a conseguir unos mangos para el almuerzo. Si quisiera aniquilaría a todos con un chasquido, pero no lo hace porque no es resentido. No, es un Dios justo y misericordioso. Un Dios que conoce hasta el último de los boicots de la liga masónica, pero aguarda con paciencia a que sus discípulos puedan verlo. En esas digresiones iba su cabeza cuando llegó al banco. Saludó a la recepcionista, como siempre, agarró una revista que todavía no había ojeado y se fue al baño. Salteó algunas páginas hasta la imagen desplegable y se desató el cordón que hacía de cinturón. Comenzó a darle a la manuela como un verdadero experto, con un equilibrio planificado de ritmo, frecuencia y presión. Llegó a la conclusión lógica en uno de los tarritos de plástico que ya tenía la etiqueta con su nombre. Lo tapó, se ató nuevamente el cordón y salió más relajado. Le dio el frasquito a la pelirroja del laboratorio y pasó por la caja para cobrar. La revista se la guardó en el bolso, total ya no le decían nada. Salió derechito hacia el tenedor libre de los chinos y se comió cinco platos seguidos de chau fan.
.....
Mirta: No, pará, pará Ricardo, no puedo, no puedo, no.... no sé qué me pasa, no puedo.
Ricardo: Bueno Mirta, calmáte, calmáte, si no querés no hacemos nada. Me confundí, pensé que ahora sí....que ya estabas lista, perdonáme.
Mirta: No, lista no estoy. Bah no sé, cuando se supone que debería estar lista, ya hace un año que trato de estar lista. Pero me sigue dando pánico. Pienso que eso me tiene que entrar ahí y...me desespera. Pero tengo tantas ganar de tener un bebé.
Ricardo: Bueno Mirta, pero cuando te casaste conmigo sabías que era prácticamente estéril.
Mirta: Si, ya sé, pero yo tengo la esperanza. Igual si no podemos hacerlo...no sé ni que digo ya.
Ricardo: Mirá, si a vos te hace feliz podemos buscar la forma. Quizás quedando embarazada te dan ganas. El otro día me contó Alberto que su mujer se embarazó con inseminación artificial y que fueron juntos al banco de esperma, para elegir. Qué te parece?
Mirta: Y...dale, al fin y al cabo vos vas a ser el verdadero papá.
Al otro día Mirta y Ricardo fueron al banco de esperma y eligieron uno de los donantes. No pusieron ningún requisito, querían que fuera lo más anónimo posible. Esa misma tarde el ginecólogo inseminó los miles de espermatozoides en la estrecha vagina de Mirta.
Dos meses después recibieron la visita de Guido, un amigo gay de cuando Mirta estudiaba psicología. Hacía años que no lo veía, así que ninguno tenía idea de sus vidas. Se pusieron al tanto de las novedades y cuando se iba, Guido le dijo con toda seguridad que se la veía embarazada.
Así fue, siete meses después nació un varón, al que bautizaron como Ricardo Jr. o Ricardito para la familia. Eso sí, el parto fue bastante más doloroso de lo normal y fue presenciado por médicos, enfermeras, empleados administrativos y de limpieza, todos los que pudieron entrar en la sala y que no querían perderse un parto tan atípico.
La madre y el niño recién nacido recibieron muchas visitas, hasta se acercaron algunos políticos y empresarios con regalos de todo tipo.
Ricardito creció y creció hasta convertirse en un joven apuesto, barbudo, hippie y fumón. Cuando hablaba con alguien en la calle o en un bar la gente se acercaba para escucharlo filosofar y algunos hasta le pedían consejos. Ricardo padre intentó convencerlo de trabajar con él en el taller mecánico pero no tuvo éxito. Sabía que su hijo era un espíritu libre y que no podría retenerlo.
Así que Ricardito empezó a juntarse con los pibes de su barrio y con los de la villa. Fumaban y tomaban juntos pero todos le tenían un respeto que no le tenían a nadie más. Caminaban detrás de él por entre los pasillos mientras él llamaba más pibes para armar un picadito. En la canchita, después de hacer milagros con la pelota, se sentaban a debatir sobre Marx, el Che, Perón y Montoneros. Los pibes se iban a sus casas con ganas de prender fuego todo, pero él los serenaba. Había uno con el que Ricardito tenía una relación especial. Javier era un peruano morochazo y corpulento, sobrino de Marco, el narco más pesado de la villa. Se habían sacado la ficha de entrada y como a ninguno de los dos les gustaba dar vueltas se apretaron ya la primer noche, en el baño de un bar. Tuvieron un amorío álgido pero breve, porque a Ricardito le gustaba la variedad.  
Javier no pudo perdonarlo. El resentimiento le fue ocupando todos sus pensamientos y finalmente decidió cobrarle al tío el favor por la última venta. Le pidió sin rodeos que se hiciera cargo de la situación.
Unos días después, cuando Ricardito salía de la casa de otro de los pibes, lo agarraron entre varios. Cuando llegó la ambulancia no había nada para hacer, anunciaron. Se lo llevaron a la morgue del hospital, donde sus amigos se congregaron para llorarlo.
Aterrado, Ricardito despertó del coma catatónico acostado en una camilla fría y dura. Se puso una bata que encontró y caminó hasta la entrada. Allí lo observaron todos, entre la fascinación y el pánico. Explicó lo que le había pasado y les pidió que lo llevaran hasta la costa. En procesión, se iban sumando personas que nunca habían conocido a Ricardito pero sentían curiosidad. Él fue el primero en meterse al agua y el resto lo siguió, aunque era pleno julio. 

martes, 14 de mayo de 2013

Versiones para mi negra loca




tenés tus cables pelados
te los envuelvo con cinta aisladora
para que despiertes sin dolor
y me mires entera
para que no te sientas laceada
ni te hormiguee tu cuerpo
si no, buenos son los besos

.........

pelados tienes tus cables
con cinta los he de envolver
para que puedas tu perder
el dolor en sueños dulces

me podrás mirar entera
sin el lazo ya tu cuerpo
y tus músculos sin cepo
una mañana cualquiera

Albricias! por suerte no tienen rima mis besos ni palabras mis caricias

viernes, 10 de mayo de 2013

Idioteces I




La genitalia del General genera la genuflexión de Genaro y generaliza sus geniales genes de gente gentil



Vértigo libidinal

Musicaliza Sativa con http://www.youtube.com/watch?v=btkHdox46l0


Oh Diosa pajera que ves
las montañas desde el cielo
y te pierdes en la quebrada
ten cuidado que
tu flujo celestial no llueva
torrente lascivo
en la
cumbre borrascosa

ya le hubiera gustado a la Brönte



miércoles, 1 de mayo de 2013

Me salió una Norma

Algo de música atonal de Katerina Stamatelos para acompañar:

No te escondas Norma, no te escondas
palabras espejadas: conchudas y recoletas

a veces te me escapás 


negro, sucio, vago, drogadicto, degenerado, subversivo...
mordaza
un eco amargo queda

me supura la neurona pon
                                         zo
                                            ñosa
                                                   voz