domingo, 14 de octubre de 2012

UNA VIDA DE VENTAJA - Tributo a La Renga




La muerte está tan segura de vencer que nos
da toda una vida de ventaja
(Cuándo vendrán, La Renga, Insoportablemente vivo)



Rezo por tí, hermano en Cristo! Si das lo mejor de tí Dios te quitará el sufrimiento!, dijo el pastor brasilero en la televisión. Son las dos de la madrugada del lunes. Desde el viernes a la noche que no  me levanto de la cama más que para ir al baño y agarrar galletitas y leche. El celular sonó muchas veces pero contesté una sola llamada, ayer al mediodía. Era mi hermana, que quería saber cuándo voy a devolverle los mil mangos que me prestó hace un mes. Le dije que esta semana van a pagarme la indemnización. Se me cagó de risa así que le corté antes de que empezara con la perorata de siempre. Me quedé mirando la pantalla del Nokia y cuando sonó de nuevo lo estrolé contra la pared. Saltaron todos los pedazos por el aire. Levanté la batería y la carcasa y los tiré a la basura. 

Desde la cama puedo ver el Fernet que sobró del fin de semana pasado. Sólo tengo que agarrar las dos cajas, juntar todas las píldoras en un bowl y aplastarlas con el mango de la cuchilla. Habría que triturarlas bien, hasta que se hagan polvo, para disolverlo en un vaso bien cargado de Fernet con Coca. Todo cierra perfecto, salvo que no se si la cantidad alcanzaría. Otra vez se me aparece la patética escena: alguien llega, llama una ambulancia y me despierto en la guardia de un hospital con un lavaje de estómago. Puedo ver las caras de mi vieja, de mi hermana, de Alejandra. Todas con los mismos ojos lagrimosos, mezcla de tristeza, culpa y bronca. Piensan seguramente que tendrían que haberse dado cuenta porque yo ya no era el mismo. A veces me irritaba por nada, otras me quedaba callado, mirando el vaso con cerveza. Pero se que me odian también . Están hartas de la misma historia una y otra vez, de tener que ir a buscarme tirado en algún bar o en la comisaría. Hartas de que pierda un trabajo tras otro, de las discusiones familiares, de las recriminaciones. Están frustradas pero ya no quieren saber más nada, no se van a hacer cargo, no me van a ir a buscar si termino en la calle.

Volvió el latido en la mano. Está hinchada, deforme, y los nudillos sobresalen apenas, rojos y machucados. La piña fue directa a la mandíbula de mi jefe. No se la vió venir el muy pelotudo. Si pensaba que me iba a seguir forreando como a su secretaria estaba muy equivocado. Yo no me dejo forrear, por nadie, ni jefes ni minas. Si Alejandra no se las tomaba me iba a ir yo de la casa. A los chicos los voy a recuperar como sea, le voy a sacar la tenencia y me los llevo a Córdoba. Ahí consigo trabajo al toque.

Ya se hicieron las tres. Me visto y salgo. Se que apesto pero no me importa, no espero que la gente se me acerque. No quiero que la gente se me acerque. Me tomo el 60 Panamericana. Voy a ir de Escobar a Constitución y de vuelta a Escobar hasta que amanezca, sin decirle una palabra al chofer. Y ahí veré que hago.



Letra de Cuándo vendrán de La Renga:

Es que la muerte esta tan segura de vencer 
que nos da toda una vida de ventaja. 
Tu empresa líder funciona bien en el caos 
inventando analgésicos para poder seguir, 
cuando el mundo no tiene respuestas 
o se vuelve incomprensible, 
yo sigo acá, insoportablemente vivo. 
Si del principio hubiera aprendido a ser un animal 
hoy tendría un instinto noble a cambio de esta pena 
y si la ruta me va dejando sin aliento, 
sera que un buscador nunca llegara a destino. 
Cuando el mundo no tiene respuesta 
o se vuelve incomprensible, 
recuerda que un guerrero toma todo como un desafío. 

Cuando vendrán los días de sol y no tener mas esa nube en el cielo.
Cuando vendrán las noches de estrellas, 
y no tener mas en mi casa ese techo.
Cuando vendrá la canción primitiva 
y no tener mas sobre mi corazón, una cabeza.

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